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The results are promising, and the advancement of a new dermo-cosmetic line focused on inflammatory skin diseases of autoimmune and oncological origin is EIMEC’s new challenge. Current data show that in the last 15 years, the incidence of psoriasis in Spain has increased from 1.4% to 2.3%. On the other hand, atopic dermatitis is a pathology that in developed countries occurs in between 7% and 20% of children (some 230 million people in the world). Chronic psoriasis is a condition that affects around 125 million people worldwide. While 50% of patients receiving radiotherapy as part of cancer treatment suffer from radiodermatitis.
New molecules for various pathologies
With this basic scenario, and as Dr. Paula Pifarré, EIMEC’s academic and research coordinator, explains, the work scheme for the development of new synthetic peptides with anti-inflammatory, antioxidant and effective effects on fibrosis -designed to act on physiological targets-, emerged a little more than four years ago. We already had CAP Peptide 5 on the market as a result of previous research, led and financed by EIMEC’s scientific team, and after analyzing its properties together with the team from the Spanish National Research Council (CSIC), we decided to embark on a new research project with the aim of using the peptidomimetic technique to search for new molecules that could act on different pathologies,” says Pifarré. As we know, radiodermatitis is a pathology that is basically generated when the skin is exposed to radiation treatment in chemotherapy. According to statistics, 50% of these patients have a chance of developing this pathology. As the skin is the first barrier, in order to reach the target organ, the rays must pass through the skin, with the risks that this entails.
This led to an interest in developing some kind of molecule that would protect and care for the skin when it is exposed to this type of exposure. We tested our research by exposing the cells to bleomycin, since bleomycin is a “radiomimetic” drug that produces damage similar to that of radiotherapy,” says Pifarré. When we went a little further and began to see the properties of the peptides we were designing, we found that they also had a large anti-inflammatory component, and a powerful effect on some mesenchymal genes that have to do with the transition to fibrosis”. Thus, Pifarré enthuses, at EIMEC they began to develop the idea that they could not only work for the treatment of radiodermatitis but also for the treatment of skin diseases with an autoimmune component or origin, such as psoriasis or atopic dermatitis.
International recognition
When we evaluated that it modulated the immune response, in addition to protecting against an aggression from an oncological treatment agent such as bleomycin, we proposed that it could also be a good solution for other pathologies, such as psoriasis or radiodermatitis,” says Pifarré. In fact, the first results were along these lines. So much so that EIMEC’s scientific team decided to apply for the “Celebrate Innovation” award, sponsored by the Spanish laboratory Cantabria Labs. The result? EIMEC’s development was a finalist among more than 200 works from Spain and Italy, as one of the innovative molecules for the treatment of pathologies of autoimmune origin of the skin.
The research, and its results, were also presented at the IMCAS Congress in Paris, in the Innovation Tank section, which aims to promote advances in the area of dermatology and revolutionary treatments in aesthetic medicine. “We were also finalists,” says Pifarré proudly, ”and we went to Paris to defend the project in front of a tribunal of international experts.
As for the time spent and the bet made, Pifarré emphasizes that when one decides to invest in the search for new molecules, “one that works” may come out, but it can also be a sunk investment. “Initially, we tested more than twenty peptides, of which four had promising responses. Of those four, there was one, DATS peptide 3 [DNA Protection, Anti Inflammatory, Telomerase activity and Stress] that seemed to have more significant effects in protecting DNA against damage such as that caused by radiotherapy. It also had anti-inflammatory effects, on oxidative stress, maintains telomere length and had effects on mesenchymal transition, which is what happens when we have a fibrotic process, that is, fibrosis”.
A patent that enables the possibility of a specific product.
In conclusion, Pifarré underlines the importance of having achieved the granting of a patent, which not only implies the recognition of a deep and exhaustive research with the intention of curing a condition that affects millions of people around the world, but also the real possibility of developing a specific product that will be beneficial for the treatment and care of the skin in oncology patients.
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Los resultados son prometedores, y el avance de una nueva línea dermo-cosmética enfocada a enfermedades inflamatorias cutáneas de origen autoinmune y oncológicas es el nuevo desafío de EIMEC. Los datos actuales demuestran que en los últimos 15 años, la incidencia de la psoriasis en España ha aumentado del 1,4% al 2,3%. Por otra parte, la dermatitis atópica es una patología que en los países desarrollados se presenta entre un 7% y un 20% de los niños (unas 230 millones de personas en el mundo). Con respecto a la psoriasis crónica, se trata de una afección que se manifiesta a nivel mundial en alrededor de 125 millones de personas. Mientras que el 50% de los pacientes que reciben radioterapia como parte de un tratamiento oncológico, sufren de radiodermatitits.
Nuevas moléculas para diversas patologías
Con este escenario de base, y como explica la doctora Paula Pifarré, coordinadora académica y de investigación de EIMEC, el esquema de trabajo para el desarrollo de nuevos péptidos sintéticos con efectos antiinflamatorios, antioxidantes y efectivos sobre la fibrosis -diseñados para actuar en dianas fisiológicas-, surgió hace poco más de cuatro años. “Ya teníamos en el mercado el CAP Peptide 5 producto de una investigación previa, liderada y financiada por el equipo científico de EIMEC, y analizando sus propiedades junto con el equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), decidimos apostar por un nuevo proyecto de investigación con el objetivo de buscar mediante la técnica de peptidomiméticos nuevas moléculas que pudieran actuar en distintas patologías -señala Pifarré-. Como sabemos, la radiodermitis es una patología que se genera, básicamente, cuando se expone la piel a un tratamiento de rayos en una quimioterapia. Según las estadísticas, el 50% de estos pacientes tiene chances de desarrollar esta patología. Como la piel es la primera barrera, para llegar hasta el órgano diana los rayos deben sí o sí atravesar la piel, con los riesgos que eso conlleva”.
Así surgió el interés de desarrollar algún tipo de molécula que protegiera y cuidara la piel cuando está frente a una exposición de este tipo. “Ensayamos nuestra investigación exponiendo las células a la bleomicina, ya que la bleomicina es un fármaco “radiomimético” que produce un daño similar al de la radioterapia -menciona Pifarré-. Cuando fuimos avanzando un poco más y empezamos a ver las propiedades de los péptidos que estábamos diseñando, comprobamos que también tenían un componente antiinflamatorio grande, y un potente efecto en algunos genes mesenquimales que tienen que ver con la transición a la fibrosis”. Así, se entusiasma Pifarré, en EIMEC empezaron a desarrollar la idea de que no sólo podían funcionar para el tratamiento de la radiodermitis sino también para tratamientos de enfermedades de la piel con un componente u origen autoinmune, como la psoriasis o la dermatitis atópica.
Reconocimientos a nivel internacional
“Cuando evaluamos que modulaba la respuesta inmune, además de proteger contra una agresión de un agente de tratamiento oncológico como la bleomicina, pues propusimos que podía ser también una buena solución para otras patologías, como la psoriasis o la radiodermitis -refuerza Pifarré-. De hecho, los primeros resultados iban apuntados en esa línea”. Tanto es así que el equipo científico de EIMEC decidió presentarse al premio “Celebrate Innovation”, auspiciado por el laboratorio español Cantabria Labs. ¿El resultado? El desarrollo de EIMEC quedó finalista entre los más de 200 trabajos de España e Italia, como una de las moléculas innovadoras para el tratamiento de patologías de origen autoinmune de la piel.
La investigación, y sus resultados, también fueron presentados en el Congreso de IMCAS de París, en la sección Innovation Tank, que tiene como fin promocionar los avances en el área de la dermatología y en los tratamientos revolucionarios en medicina estética. “También quedamos finalistas -dice con orgullo Pifarré-. Y fuimos a París a defender el proyecto frente a un tribunal de expertos internacionales”.
En cuanto al tiempo de trabajo y la apuesta realizada, Pifarré destaca que cuando se decide invertir en la búsqueda de nuevas moléculas, puede que salga “alguna que funcione”, pero puede ser también una inversión a fondo perdido. “En un principio, ensayamos más de veinte péptidos, de los cuales cuatro tenían respuestas que eran prometedoras. De esos cuatro, pues había uno, que es el DATS peptide 3 [del inglés DNA Protection, Anti Inflammatory, Telomerase activity and Stress] que parecía tener efectos más significativos protegiendo el ADN frente a daños como pueden ser los similares a la radioterapia. También tenía efectos antiinflamatorios, sobre el estrés oxidativo, mantiene la longitud del telómero y presentaba efectos sobre la transición mesenquimal, que es lo que ocurre cuando tenemos un proceso fibrótico, o sea, una fibrosis”.
Una patente que habilita la posibilidad de un producto específico
Para concluir, Pifarré subraya la importancia de haber logrado el otorgamiento de una patente, lo que no solo implica el reconocimiento a una investigación profunda y exhaustiva con la intención de sanar un padecimiento que afecta a millones de personas en todo el mundo, sino a la posibilidad real de desarrollar un producto específico que sea beneficioso para el tratamiento y cuidado de la piel en los pacientes oncológicos.